Tras ser rediseñado por José María Olazábal a principios de la década de 2000, el campo de par 72 de Pula Golf es montañoso y presenta numerosos obstáculos de agua. Las zanjas y lagos en particular exigen un juego táctico de golf. En general, se considera un reto, pero como las calles son en su mayoría llanas, el campo también es muy divertido para los jugadores menos experimentados. El cuidadoso mantenimiento del green garantiza que el campo se mantenga en muy buenas condiciones en todo momento. El campo de prácticas con 24 tees, el putting green y el búnker de prácticas le ofrecen la oportunidad de perfeccionar su juego.