El golf se convierte en una experiencia exclusiva en el campo Alferini, en pleno Mediterráneo, entre otras cosas por sus características naturales. Las colinas y la vegetación mediterránea garantizan que los golfistas puedan jugar con total tranquilidad y parcialmente protegidos de la vista de los demás. Esto permite concentrarse en las estrechas calles y los amplios greens. El recorrido, muy accidentado en algunos puntos y salpicado de obstáculos de agua, es todo un reto. Si quiere conseguir un buen resultado, necesita dominar una cierta combinación de longitud y precisión en su juego.